jueves, 14 de febrero de 2008

COMO ORAR

CUANDO TIENES ROTO EL CORAZÓN

Salmo 3

1 Muchos son, Señor, mis enemigos; muchos son los que se oponen a mí,

2 y muchos los que de mí aseguran:«Dios no lo salvará.» Selah

3 Pero tú, Señor, me rodeas cual escudo; tú eres mi gloria;¡tú mantienes en alto mi cabeza!

4 Clamo al Señor a gritos, y desde su monte santo él me responde. Selah

5 Yo me acuesto, me duermo y vuelvo a despertar, porque el Señor me sostiene.

6 No me asustan los numerosos pueblos que me acosan por doquier.

7 ¡Levántate, Señor!¡Ponme a salvo, Dios mío!¡Rómpeles la quijada a mis enemigos!¡Rómpeles los dientes a los malvados!

8 Tuya es, Señor, la salvación;¡envía tu bendición sobre tu pueblo! Selah. BAD

Uno de los dolores más profundos de su corazón, fue, sin duda, la rebelión de Absalón. Por años, la caverna en que se había convertido el corazón del hijo dio a luz la traición y la deslealtad. David supo por experiencia propia, que los hijos fallamos. Traicionamos la confianza, y al buscar nuestro beneficio, somos desleales, y levantamos nuestra mano en contra de las personas que nos aman. Muchos de nosotros llevamos por segundo nombre Absalón. Nuestro corazón no ha estado exento de deseos de poder, traiciones, deslealtades y odios. Nadie está libre de culpa, nadie está exento de fallar. Todos hemos herido.

Tu corazón de padre, de madre, de maestro, de hermano, es vulnerable, y aunque “hacemos de tripas corazón” y endurecemos la piel, lo cierto es que nuestros seres amados, los más cercanos, nos pueden lastimar, ofender, traicionar, y destruir. Todos, de uno u otra manera hemos sido heridos.

Cuando te rompen el corazón pierdes tu equilibrio emocional. El piso se abre bajo tus pies y caes en un remolino de sentimientos encontrados.

¿Qué hacer cuando te rompen el corazón? David encontró el camino de la oración. Pudo hablar con el único que podría entenderle, el Señor. Cuando han hecho trizas tu corazón, es un buen momento para clamar y salvaguardar la armonía de tu alma. Cuando te rompen el corazón, tú puedes acudir al Señor, a quien Jesús nos enseñó a llamar Padre.

Tú puedes clamar a Dios cuando

  • Te sientes desmoralizado, derrotado y sin salida
  • Tus enemigos se multiplican
  • El adversario ha tocado a las personas más cercanas y ha logrado dividir, robar, matar y destruir.
  • Tu familia está desquebrajada por traiciones y luchas por el poder
  • Todos dicen que ya no hay esperanza para ti.

1Muchos son, Señor, mis enemigos; muchos son los que se me oponen, 2 y muchos los que de mí aseguran “Dios no lo salvará”

Pero David no escucha las voces de la desesperanza, él simplemente clama a Dios.

6Este pobre clamó, y el Señor le oyó y lo libro de todas sus angustias” Salmo 34 NVI

Cuando clamas a Dios quitas la atención de tus sentimientos heridos, proteges tu equilibrio y la claridad de tus pensamientos.

Tú puedes clamar, porque Dios

  • Te protege como un escudo a tu alrededor. “3 Pero tú, Señor, me rodeas cuál escudo”

1… No temas, Abram. Yo soy tu escudo, y muy grande será tu recompensa” Génesis 15 NVI

20 Esperamos confiados en el Señor; él es nuestro socorro y nuestro escudo” Salmo 33 NVI

9 Pueblo de Israel, confía en el Señor; él es tu ayuda y tu escudo” Salmo 115 NVI

  • Tiene tu vida bajo control. Él es soberano y escucha tu clamor. 4 Clamo al Señor ha voz en cuello, y desde su monte santo él me responde.”

9… Luego clamó al Señor a favor de Israel, y el Señor le respondió” 1 Samuel 7 NVI

  • Te sostiene. 5 Yo me acuesto, me duermo y me vuelvo a despertar, porque el Señor me sostiene.”
  • Dos cuida de ti mientras duermes.

Cuando clamas a Dios

§ No te dejas dominar por el pánico

§ No te dejas dominar por el deseo de venganza

§ No caes en la auto conmiseración ni eludes tus heridas

§ Reconoces que la salvación viene de él 8 Tuya es Señor la salvación”

§ Intercedes por la bendición de tu pueblo. 8… ¡envía tu bendición sobre tu pueblo!”

Tú clamas a Dios en el nombre de Jesús. Porque ¿quién de nosotros está libre de culpa? Todos hemos herido y todos hemos sido heridos

  • Solamente Jesús pede clamar de acuerdo a la oración del Salmo 3
  • Solamente Jesús puede interceder por nosotros delante del Padre
  • Solamente en la cruz podemos orar a favor de nuestros enemigos

44 Pero yo les digo: Amen a sus enemigos y oren por quienes los persiguen” Mateo 5 NVI

Así que, si te han roto el corazón, ¡clama a Dios!

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